Friday, October 31, 2003
Por qué este blog
Escribir es un placer no exento de dolor. Muy pocas veces sucede que las palabras se encadenan gráciles y que los párrafos se apilan ordenados; el resto del tiempo hay que pelear, agarrar de los pelos este verbo y arrastrarlo a su lugar en la oración, martillar este adjetivo para que calce en el hueco que le corresponde, dinamitar ese adverbio para que entre aire por ese agujero. Escribir un texto límpido es una meta que pocas veces se alcanza, hay que conformarse con una aproximación grosera: el texto se congela en su formato final no cuando ha alcanzado su solidez estilística sino cuando nos cansamos de tachar y reescribir (o de resaltar, apretar Delete y volver a tipear).
Escribir, como cualquier otro arte o artesanía es el resultado de dos tensiones contrarias: la estructura que proveen las reglas versus el burbujeo de la invención. Es en el fragor de este combate que descubro mi ignorancia de las reglas: los manuales de estilo ("The elements of style" de Strunk and White, "On writing well" de William Zinsser, etc.) abundan en inglés pero son casi inexistentes en español. Los dos que he leído (online) suenan anticuados o extraños. Un ejemplo es la recomendación que copio a continuación, que quizás sea sólo una dulce travesura de la Real Academia Española:
"Hay cláusulas que son al par interrogativas y admirativas, y en ellas podrá ponerse nota de admiración al principio y de interrogación al fin, o viceversa: ¡Que esté negado al hombre saber cuándo será la hora de su muerte? ¿Qué persecución es esta, Dios mío!"
La llegada de la internet hace un par de años y el actual fragor de los infinitos blogs que nacen día a día suma confusión. Las reglas son pisoteadas o violentadas, muchas veces con resultados interesantes, otras veces con resultados menos felices. En esta encrucijada, perdido en este desierto, escribo este blog: una brújula que me señale un norte en esta tormenta magnética.
Este blog es entonces una compilación de notas, reglas e intuiciones acerca de cómo escribir. Cuando lo que dictamine la gramática tradicional colisione con lo que dicta la utilidad, voy a preferir la utilidad (es decir, lo que funciona frente a lo que "debería ser"). El lenguaje es una herramienta en continua evolución, perseguir su recorrido errático será la tarea que intentaré.
Un par de advertencias antes de zambullirme en esta pileta.
Primero: aún no decidí de dónde voy a sacar los ejemplos que ilustren mis notas. Me tienta la idea de extraerlos de otros blogs (porque leo muchísimos, porque muchas veces leo textos de excelente factura y también porque muchas otras veces leo posts con muchísimo potencial que naufragan en su ejecución) pero entiendo también que escribir es un acto personalísimo y criticar lo que otro escribe puede sonar soberbio o irrespetuoso. Este blog no va a intentar esquivar el tufillo pedante: entre la pedantería y la parálisis prefiero la pedantería. Y también porque creo que no hay forma de escribir notas de estilo sin convicción y sin énfasis.
Segundo: estas notas son personales, pero abiertas a las sugerencias de los demás. Abro así la puerta para el feedback de los lectores (aunque reservándome el derecho de publicar lo que se me dé la gana).
Tercero: no sé si esto será un blog. Tiene formato de blog, pero no va a tener la dinámica típica de un blog: los posts intentarán ser más rigurosos de lo que son mis posts en "Puto y aparte", por ejemplo, y la cronología será irrelevante: voy a editar una y otra vez viejos posts si lo creo conveniente...
Escribir, como cualquier otro arte o artesanía es el resultado de dos tensiones contrarias: la estructura que proveen las reglas versus el burbujeo de la invención. Es en el fragor de este combate que descubro mi ignorancia de las reglas: los manuales de estilo ("The elements of style" de Strunk and White, "On writing well" de William Zinsser, etc.) abundan en inglés pero son casi inexistentes en español. Los dos que he leído (online) suenan anticuados o extraños. Un ejemplo es la recomendación que copio a continuación, que quizás sea sólo una dulce travesura de la Real Academia Española:
"Hay cláusulas que son al par interrogativas y admirativas, y en ellas podrá ponerse nota de admiración al principio y de interrogación al fin, o viceversa: ¡Que esté negado al hombre saber cuándo será la hora de su muerte? ¿Qué persecución es esta, Dios mío!"
La llegada de la internet hace un par de años y el actual fragor de los infinitos blogs que nacen día a día suma confusión. Las reglas son pisoteadas o violentadas, muchas veces con resultados interesantes, otras veces con resultados menos felices. En esta encrucijada, perdido en este desierto, escribo este blog: una brújula que me señale un norte en esta tormenta magnética.
Este blog es entonces una compilación de notas, reglas e intuiciones acerca de cómo escribir. Cuando lo que dictamine la gramática tradicional colisione con lo que dicta la utilidad, voy a preferir la utilidad (es decir, lo que funciona frente a lo que "debería ser"). El lenguaje es una herramienta en continua evolución, perseguir su recorrido errático será la tarea que intentaré.
Un par de advertencias antes de zambullirme en esta pileta.
Primero: aún no decidí de dónde voy a sacar los ejemplos que ilustren mis notas. Me tienta la idea de extraerlos de otros blogs (porque leo muchísimos, porque muchas veces leo textos de excelente factura y también porque muchas otras veces leo posts con muchísimo potencial que naufragan en su ejecución) pero entiendo también que escribir es un acto personalísimo y criticar lo que otro escribe puede sonar soberbio o irrespetuoso. Este blog no va a intentar esquivar el tufillo pedante: entre la pedantería y la parálisis prefiero la pedantería. Y también porque creo que no hay forma de escribir notas de estilo sin convicción y sin énfasis.
Segundo: estas notas son personales, pero abiertas a las sugerencias de los demás. Abro así la puerta para el feedback de los lectores (aunque reservándome el derecho de publicar lo que se me dé la gana).
Tercero: no sé si esto será un blog. Tiene formato de blog, pero no va a tener la dinámica típica de un blog: los posts intentarán ser más rigurosos de lo que son mis posts en "Puto y aparte", por ejemplo, y la cronología será irrelevante: voy a editar una y otra vez viejos posts si lo creo conveniente...
